Revista Viajero Nro. 107 - Julio de 2016




Cautivo

Mi sueño me obliga a perseguirte y el mismo te desea, como la flor al abejorro, que insemina el polen al posarse. Te desea como al viento la fértil semilla, irse de su madre y formar su espacio. Te ama como la luna al estanque, donde su imagen refleja. Te ama como la aurora al ave, que a su brillo la recibe con su trino. Te extraña como esa golondrina, que al migrar deja en su retorno la esperanza. Te extraña, cual añejo árbol en su desnudez espera su pronto retorno y poseer su arrogante vestidura. Y así estoy yendo tras tu frágil presencia, que oculta esa fuerza predominante, sobre mi entereza.
Y ahí mi pensamiento, cautivo se halla de ti.

Luis 528





Te pensé...
hasta desear el cansancio.
Perdí el control de mi mente,
y ya no me responde el corazón.
Le ordeno a mi cuerpo olvidarte...
Pero aún te deseo.
Creo equivocada ....
que formo parte de tu vida,
que me dedicas instantes...
en tus pensamientos.
Caen mis esperanzas...
con el transcurrir del tiempo.
El teléfono no suena...
símbolo de tu olvido.
El dolor!!!!
Presiona como una morsa a mi pecho...
porque no estás conmigo.
Aunque no me des tus sentimientos...
eres dueño de los míos.

Marina Aguirre





El diálogo del Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo,
Hijo mío que estás en la tierra,

santificado sea tu nombre.
santificada sea tu vida.

¡Venga a nosotros tu reino!
¡Venga a mí tu alma!

Hágase tu voluntad,
Hágase Una nuestra voluntad,

así en la tierra como en el cielo.
así en la mente como en el corazón.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Dame hoy la alegría del buen obrar.

Perdona nuestras ofensas,
Perdono si realmente tú cambias,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
con la misma misericordia que te doy así también debes obrar

y no nos dejes caer en la tentación
,y nunca te dejaré caer porque el poder del Espíritu Santo te doy,

Más líbranos del mal. Amén.
Más unido a mí siempre protegido estás. ¡¡¡Así es!!!

Erika Luz de Dios





¿Qué?

Qué decir de Ella, si es brillo.
Ella sabe recorrer el mundo con ingenuidad mágica.
Me fascina con sus lógicos disparates.
Poesía es, que acaricia el alma.
Son miles de sentimientos con un solo gesto.
Duerme y ríe; sueña y canta.

Qué decir de Ella, cuando sus manos te besan,
y con sus besos entendés todo.
Brilla y juega; ama y contagia.

Desarma todo lo certero y lo transforma en claro.
Ella luz. Ella canción. Ella poema.

Ella

Jonatan





El silencio

Muchos afirman que el silencio, es la carencia de palabras,
la ausencia de ruidos. Es la oportunidad de comprenderlo
todo. Es una caricia sincera, el silencio interpreta lo
tuyo.
El silencio de una anciana pensativa en el parque o
en cualquier ventana, dice más que una docena de poemas.
Oye tu silencio interior, es el silencio que habla.

Amelia Paccaloni (90 años)





El campo con Juan y los caballos

Un día en el campo con la familia
Un día Juan fue a un campo con  su familia, el chico estaba muy emocionado cuando llegó vio muchos caballitos, fue corriendo, los acarició, se subió a un caballo y cabalgó hasta cansarse, después de un largo recorrido a caballo por el campo, fue con los chanchitos a darles de comer calabaza, cuando estaba oscureciendo fue un rato con las ovejas, después ya muy cansado, se fue a dormir. Al otro día fue con las vacas, después buscó uvas con el abuelo para hacer mermelada casera, así la disfrutarían en familia, en una rica merienda con las tostadas, luego de merendar se fue al río a ver a los patos, después hizo galletitas para festejar Navidad con su familia. Juan se fue a cortar un pino con el papá y el abuelo para decorarlo, al árbol le adornaron con cosas muy lindas y de muchos colores, comieron todos juntos, pollo, ensaladas, ricas cosas dulces, turrones, nueces, pasas de uvas, brindaron, abrieron los regalos, y tiraron muchos globos inflados, así van subiendo al cielo, en lugar de los fuegos artificiales, para no contaminar el aire, la naturaleza y los animales. Al otro día Juan y sus padres se despidieron de sus abuelos y se fueron a su casa en la ciudad.

Facundo Tomás Lucero
13 años
Enero 2013





Máscara encubierta de amor

Sombras, solo sombras, cubren mi cuerpo,
sediento y llagado tantas veces por tus falsas caricias 
llenas de amor, solías decir, tanto amor pesaban sobre mi cuerpo,
doliente, abatido, herido, padeciendo tanto dolor.

Máscara llevabas puesta, bien disimulada
asomando crueldad desquisiada, salvajismo
espejismo de tu amor encubierto,
de promesas y más promesas, de amor eterno
prometiendo cambiar tus golpes por amor.

Desprevenida en mis silencios
creía en tus dulces palabras
al pedirme perdón de mil maneras
no eras más que destino cruel en mi vida .

Despojada, engañada, abusada, herida
en lo más profundo de mi ser
lágrimas de sangre, corroen mi rostro
tan angustiado, temeroso desconsolado
creyendo en tu amor y promesas repetidas.

Altanero, soberbio, te creías Dios omnipotente
tu máscara arrogante, engreído del horror
se te está cayendo, derribando tu crueldad
cansada de soportar este tormento.

Tu salvajismo mediocre, no era amor verdadero
lo que jurabas, prometiendo cambiar,
tarde me di cuenta del horror que soportaba a tu lado,
así solo conseguiste perder mi amor ,
tu máscara cayó para siempre
y podré por fin vivir en paz
y libre de tu desquicio enfermizo.

Marta María Nastaly